A medida que los agricultores enfrentan los desafíos del cambio climático, es posible que escuche con más frecuencia el término “agricultura climáticamente inteligente”.
La agricultura climáticamente inteligente en general ha sido respaldada por los centros climáticos del USDA desde su lanzamiento en 2014. Hace poco, el Presidente Biden emitió una Orden ejecutiva para abordar la crisis climática en el país y en el extranjero donde se citó el importante rol de la agricultura climáticamente inteligente en la lucha contra el cambio climático.
Por lo tanto, ¿de dónde viene realmente el término “agricultura climáticamente inteligente”?
La agricultura climáticamente inteligente se definió por primera vez en un informe de 2010 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El informe mostró que la agricultura se vio afectada negativamente por el cambio climático. Al mismo tiempo, el informe también mostró que las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura empeoraron el cambio climático. La agricultura climáticamente inteligente fue vista como una forma para que los agricultores abordaran estos dos problemas manteniendo al mismo tiempo los rendimientos.
Actualmente, la agricultura climáticamente inteligente se guía por tres objetivos principales:
- Aumento de la productividad (intensificación sostenible de la agricultura)
- Mayor resiliencia (adaptación al cambio climático)
- Reducción de emisiones (mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero)
Cabe señalar que la agricultura climáticamente inteligente no define ninguna nueva práctica agrícola. De hecho, la agricultura climáticamente inteligente abarca muchas prácticas que los agricultores ya utilizan:
- Labranza de conservación
- Cultivo de cobertura
- Gestión de nutrientes
- Agroforestería
- Otras prácticas para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero
Dirigir estas prácticas hacia objetivos de producción, adaptación y mitigación es lo que las hace “climáticamente inteligentes”.
Aquí en el Nordeste, el concepto de agricultura climáticamente inteligente ya está echando raíces.
A través de su programa ‘As If You Were There’, el Centro Climático del Noreste del USDA ayuda a los agricultores a realizar visitas virtuales a los campos que ya están aplicando los principios de la agricultura climáticamente inteligente. Los agricultores también pueden obtener conocimientos prácticos a través del programa Climate Adaptation Fellowship, que permite a los agricultores aprender de otros agricultores sobre cómo desarrollar la resiliencia climática en sus campos. Por último, la plataforma Climate Smart Farming de Cornell University proporciona a los agricultores recursos y herramientas para ayudar con la adopción de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes. Esfuerzos similares están surgiendo de asociaciones entre el USDA, los gobiernos estatales, locales y tribales, y el sector privado. Con un mayor enfoque en la agricultura climáticamente inteligente, se espera que los agricultores del noreste puedan administrar mejor sus tierras en una era de cambio climático.